
La relación familiar de los calderones, que conviven en parejas estables de por vida, es muy intensa. Así lo demuestra esta imagen de una hembra que arrastra a su cría muerta durante días, en un intento por mantenerla junto a ella. Esta fotografía, obra de Teo Lucas, y tomada en el Sur de Tenerife, ha sido finalista en el premio Fotocam 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario